También en Lunes
Esta mañana en nuestro grupo de oración tuvimos la oportunidad
de meditar en el salmo 33. Me encantó que nos tocara meditar en este salmo en
lunes.
En mi Biblia el encabezado
del Salmo dice “Alabanzas al Creador” y esta es la razón por la que me gustó
que nos tocara meditar en él; porque a menudo consideramos el domingo como el día
para ir a la iglesia y alabar a nuestro Dios; El único Dios Verdadero.
El lunes no lo identificamos
normalmente como un día para alabar a Dios. Es el día en que volvemos a
nuestras labores y por esa razón a menudo lo vemos con desprecio y hasta hemos
llegado a decir “Odio los lunes” ¿Cierto?
Pero hoy lunes al abrir la
Palabra de Dios leímos lo siguiente:
1 Ustedes los justos, ¡alégrense en el Señor! ¡Hermosa es la alabanza de
los hombres íntegros! 2 ¡Aclamen
al Señor con arpas! ¡Alábenlo al son del salterio y del decacordio! 3 ¡Canten al Señor un cántico nuevo! ¡Canten
y toquen bien y con regocijo!
Al leer estos tres versículos el Espíritu Santo me recordó
de que nuestro tiempo de alabanza al Señor no debe ser limitado a dos horas
durante el domingo y otras dos horas durante nuestra reunión de media semana,
sino que debe ser algo que debemos estar haciendo de continuo. Ya sea lunes,
martes, miércoles, jueves, viernes, sábado o domingo.
Todos los días y a toda
hora debe haber alabanzas elevadas a Dios por Su Pueblo. Si podemos contarnos entre los que han sido
justificados por la sangre de Cristo, debemos alegrarnos en el Señor siempre y nuestra
vida debe ser una vida de continua alabanza a quien nos ha dado vida en Jesús
nuestro Señor.
En los dos versículos siguientes dice:
4 Ciertamente,
la palabra del Señor es recta; todo lo hace con fidelidad. 5 El Señor ama la justicia y el derecho; la tierra está
llena de su misericordia.
De nuevo, a menudo, y desafortunadamente esto es algo
que pasa en las vidas de muchos cristianos, la lectura y la meditación en la
Palabra de Dios se ve como algo que se hace solo cuando estamos en la iglesia.
Pero es necesario que diariamente abramos, leamos y
meditemos en La Palabra de Dios porque solo así tendremos el conocimiento de lo
que es recto delante de Dios y podremos vivir nuestra vida de acuerdo con los
mandamientos y preceptos que Dios nos ha dado a través de las escrituras.
Como cristianos debemos desear vivir una vida de
rectitud, desear serle fieles a Dios, así como Él lo es para con nosotros, y
debemos desear amar la justicia y el derecho al grado que Él los ama. Para eso
debemos leer y meditar en La Palabra de Dios diariamente, incluyendo los lunes.
Y ¿Saben que? Al hacerlo, Él nos recuerda que, aunque
sea lunes podemos contar con la bendición de que donde quiera que estemos y no
importa por que estemos pasando la misericordia del Señor nos rodea.
Los versículos 6 al 9 nos recuerdan de la grandeza y
poder de Dios como El Creador.
6 Con su
palabra, el Señor hizo los cielos; todo lo creado lo hizo con un soplo de su
boca. 7 El Señor junta el agua del mar en
una vasija, y pone en un depósito las profundidades del mar. 8 ¡Que toda la tierra tema al Señor! ¡Que le teman
todos los habitantes del mundo! 9 El Señor
habló, y todo fue creado; el Señor ordenó, y todo apareció.
En el principio Dios creó, Él dijo hágase y se hizo,
Él le puso límites a las aguas del mar, el extendió los cielos como pergaminos
y Él nos ha creado a nosotros también. Por eso hoy lunes debemos alabarlo.
Salmo 100:1-3 1 ¡Canten alegres al Señor, habitantes de toda la tierra! 2
¡Sirvan al Señor con alegría! ¡Vengan a
su presencia con regocijo! 3 Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y
de él somos. Somos su pueblo. ¡Somos las ovejas de su prado!
Los versículos 10 al 17 nos hablan de la soberanía de
Dios sobre las naciones.
10 El Señor
anula los planes de las naciones; frustra las maquinaciones de los pueblos. 11 Pero los planes y pensamientos del Señor permanecen
por todas las generaciones. 12 Dichosa la
nación cuyo Dios es el Señor, ¡el pueblo que él escogió como su propiedad! 13 El Señor observa desde los cielos; desde allí vigila
a toda la humanidad. 14 Desde el
lugar de su residencia contempla a todos los habitantes de la tierra. 15 El Señor formó el corazón de todos ellos, y pondera
atentamente todos sus hechos. 16 El rey no
se salva por tener un gran ejército, ni se escapa el valiente por tener mucha
fuerza. 17 Ningún caballo es garantía de
salvación; y aunque tiene mucha fuerza, no salva a nadie.
Las naciones y sus gobernantes siempre están haciendo
planes para asegurar su futuro; pero no saben que sus planes nunca van a poder frustrar
los planes de Dios. Los planes de las naciones solo se cumplen cuando estos van
a, de alguna manera, ayudar a que los planes de Dios se cumplan.
La nación que proclama al Dios de la Biblia como su
Dios, es la nación que está constantemente buscando el rostro de Dios para
saber que está obrando dentro de la voluntad de Dios y así asegurarse que sus
planes concuerdan con los de Él. Y esa responsabilidad cae sobre el pueblo de
Dios que debe estar siempre postrado ante el intercediendo por la nación en la
que Él nos ha puesto.
2 Crónicas 7:13-14 (RVC) 13 Si yo llego a cerrar los cielos para que no
haya lluvia, y si mando a la langosta a consumir la tierra, o si envío peste
contra mi pueblo, 14 si
mi pueblo, sobre el cual se invoca mi nombre, se humilla y ora, y busca mi
rostro, y se aparta de sus malos caminos, yo lo escucharé desde los cielos,
perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.
Vemos a los poderosos del mundo constatntemente buscar
armarse con las armas mas nuevas y poderosas para protegerse, pero asi como los
caballos en los tiempos Bíblicos no podían salvar a los reyes de aquel tiempo, así
no hay arma por poderosa que sea que pueda salvar a los gobernantes y naciones
modernas. Y Dios protegerá a los que son
suyos de estas armas que los gobernantes de las naciones quieren usar para
subyugar a las demás naciones.
Isaías 54:17 (RVC) 17 No saldrá victoriosa ninguna arma que se
forje contra ti. Y tú condenarás a toda lengua que en el juicio se levante
contra ti. Ésta es la herencia de los siervos del Señor. Su salvación viene de mí. Yo, el Señor, lo he dicho.
Y en cuanto a la salvación que cuenta, la salvación de
las almas eternas de los habitantes de las naciones La Palabra de Dios es muy
clara:
Hechos 4:11-12 (RVC) 11 Este Jesús
es la piedra que ustedes, los edificadores, rechazaron, y que no obstante ha
llegado a ser la piedra angular. 12 En ningún otro
hay salvación, porque no se ha dado a la humanidad ningún otro
nombre bajo el cielo mediante el cual podamos alcanzar la
salvación.»
Por último, los versículos 18 al 22 dicen:
18 El Señor
mira atentamente a quienes le temen, a quienes confían en su misericordia, 19 para librarlos de la muerte y darles vida en tiempos
de escasez. 20 Con el alma
esperamos en el Señor, pues él es nuestra ayuda y nuestro escudo. 21 Por él se alegra nuestro corazón; confiamos en su
santo nombre. 22 Señor, sea
tu misericordia sobre nosotros, tal y como lo esperamos de ti.
Que hermosa promesa del Señor para Su pueblo, tenemos
en estos versículos. Él nos mira atentamente, promete librarnos de la muerte y
aun cuando el resto del mundo esté pasando por grandes escaseces de toda índole
la promesa para Su pueblo es que Él nos sustentará. Él es nuestra ayuda y
nuestro escudo.
Y por eso, el corazón del cristiano debe estar siempre
alegre, lleno de confianza en el Señor. Porque sabemos que Él es bueno y para
siempre es Su misericordia; incluyendo los lunes.
Que Dios les Bendiga y Hasta la próxima.
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