sábado, 28 de mayo de 2016

Como Contestarle a las Personas que Dicen que Todos Los Cristianos Son Hipócritas

Por David Robertson ~ Traducción de Carlos Alvarado
Mientras que la iglesia es una de las más grandes 'apologías' (defensas) del Evangelio, es también su eslabón más débil. ¿Cuántas personas dicen que no pueden creer el evangelio porque ven a aquellos que dicen que creen, actuar en formas que son contrarias a su profesión de fe?
En otras palabras, son hipócritas. Y a nadie le gustan los hipócritas.
Solo piensa en el político que hace campaña a favor de los ‘valores familiares’ mientras está teniendo numerosas aventuras amorosas, o en el hombre de negocios que apoya obras de caridad abogando por la justicia económica mientras que está pagando una miseria de sueldo a sus trabajadores menores, o en el deportista que se gana algún trofeo o galardón que usa drogas para hacerlo.
Y luego están las declaraciones de aquellos que tienen una vida pública, que atacan a alguien mientras la persona vive pero que elogian a la misma persona cuando esta muere. O las hipocresías nacionales – este abril más de 400 refugiados africanos murieron al intentar cruzar el Mar Mediterráneo. La historia apareció en unos cuantos periódicos, pero luego fue opacada por la historia de la muerte de la estrella de pop Prince. Claro, él era una celebridad y en nuestra cultura de celebridades su muerte era más digna de las noticias, pero ¿porque no se encendieron luces en os edificios y se le dedicaron numerosas columnas a los 400 en lugar de solo a uno?
Como sociedad hablamos de la igualdad, pero parece ser que en nuestro mundo de medios de comunicación la muerte no es el gran ecualizador – es la mejor forma de demostrar quién es verdaderamente importante.
Todo lo que se tiene que hacer es ver el periódico de hoy para ver numerosos ejemplos de hipocresía. Así que ¿Por qué es que es considerada algo tan grande cuando ocurre en la iglesia? ¿Por qué se cree que es el gran derrocador? Es porque nosotros somos sometidos a un mayor escrutinio, a un estándar más alto.

Este problema no es nuevo. Agustín advirtió en su Ciudad de Dios: "Los herejes mismos también, ya que se piensa que tienen el nombre de cristianos y los sacramentos, escrituras y profesión, causan gran dolor en los corazones de los piadosos tanto porque muchos que desean ser cristianos son forzados por sus disensiones a titubear, y porque muchos habladores de maldad también encuentran en ellos motivos para blasfemar el nombre cristiano, porque también ellos a pesar de todo son llamados cristianos.”

Hilary Mantel en Wolf Hall tiene a su personaje principal diciéndole al rey: “¿Puedo sugerirle a su majestad que, si quiere ver un desfile de los siete pecados mortales, no organice un baile de máscaras en su corte si no que vaya sin anunciarse a un monasterio? ...lo que no puedo soportar es la hipocresía, fraude, la ociosidad – sus reliquias desgastadas, su harapienta adoración, y su falta de ingenio. ¿Cuándo fue la última vez que algo bueno salió de un monasterio?"

Cualquiera con acceso al internet podrá pronto obtener suficientes historias acerca de la hipocresía que hay en la iglesia para ahuyentar a cualquiera del cristianismo. Ya sea que se esconda el abuso de niños, el fraude financiero o los escándalos sexuales, hay más que suficiente para justificar los cargos.

Cuando el grupo U2 cantó 'Bullet the Blue Sky' durante el tour del álbum Joshua Tree en la última parte de los 1980's, una línea de esa canción sobresalía – [Tele- evangelistas] "robando dinero a los ancianos, los enfermos y los pobres…pues el Dios en el que yo creo no se queda sin dinero”.

La realidad de que hay gente que usa la religión para explotar a otra gente está muy clara. La tristeza para mi es que las hermosas Buenas Nuevas de Jesús son distorsionadas y pervertidas de esta manera. Bono explicó su repugnancia como creyente por esta clase de comportamiento: "Voy a Estados Unidos y enciendo el televisor, y comienzo a sudar profusamente porque estos hombres han convertido la fe en una industria. Es abominable. Es feo – la mano de estos hombres está saliendo virtualmente del televisor."

Y no es solo la gente religiosa que usa a la religión para ganar dinero. Una iglesia en Londres me pidió que debatiera con Christopher Hitchens, algo que me hubiera deleitado en hacer. Él estuvo de acuerdo y parecía como que íbamos a poder proseguir con ello, hasta que recibimos las demandas de su agente: dos boletos de primera clase de Nueva York a Londres y $50,000.00. Cuando la iglesia le dijo que eso estaba más allá de sus medios el agente les dijo que había Iglesias en los Estados Unidos que estaban preparadas para pagar esa cantidad de dinero. (Va más allá de lo irónico que Richard Dawkins y quienes lo apoyan se sienten muy contentos de acusar a aquellos que se atreven a retar sus palabras de que son "pulgas que se ganan la vida a cuesta de los perros" mientras el mismo ha Ganado millones discutiendo una y otra vez sus viejos argumentos acerca del Dios que según él no existe, y de cómo los que dicen creer en Dios son o ignorantes o solo quieren ganar dinero.)

Así que ¿cuál es la respuesta?

1. Reconozcamos que somos culpables de hipocresía. Cuando alguien me dice que la iglesia está llena de hipócritas les digo que estoy de acuerdo y luego los invito a la iglesia, señalando que ellos van a encajar muy bien allí. La existencia de la hipocresía en la iglesia es mayor evidencia de que la enseñanza de la Biblia de que todos somos pecadores hipócritas, es cierta.

2. Entendamos lo que Jesús piensa acerca de la hipocresía.  ¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, cuando dijo: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. No tiene sentido que me honren, sus enseñanzas son mandamientos humanos.”» (Mateo 15: 7-9).

3. Seamos agradecidos porque Jesús murió por los hipócritas. Fue cuando aún éramos enemigos, mientras estábamos fingiendo, cuando aún éramos inauténticos, que Cristo murió por nosotros. Su sangre nos limpia de todo pecado – incluyendo la hipocresía. El problema con la hipocresía es que una vez que se comienza a practicar es difícil dejar de hacerlo. Una mentira lleva a otra hasta que toda su vida está construida sobre una mentira. No se puede destruir totalmente y comenzar a construir de nuevo. Pero Cristo si puede. Aquellos que confían en Él son perdonados, nacidos de nuevo y son hechos libres para servir.

4. Vamos a tomar a Cristo en serio. Cuando se me pregunta acerca de la hipocresía en la iglesia yo siempre le pregunto al que me pregunta: "Pero ¿conoces a verdaderos cristianos?" En mi antigua iglesia en la aldea de Brora, en las tierras altas de Escocia, yo quedaba pasmado de como siempre mencionaban a las mismas personas. La Pequeña Margarita, Margarita la grande, Ross el chofer de camión, Angus el que instala alfombras, Donald el grande que trabaja en el molino...gente que vivía vidas no pretenciosas ni glamorosas para el Señor. Ante los ojos de alguna gente no se verían como alguien especial. Ante los ojos del Señor ellos eran Sus Santos – Sus joyas preciosas. Y ante los ojos de muchos en el mundo ellos eran reconocidos como tales. Los hombres miraban sus buenas obras y glorificaban a Su Padre Celestial.

Cristo nos da la libertad para ser reales. No necesitamos aparentar que somos mejores de lo que somos. Sabemos lo que la Biblia dice acerca de nuestro pecado. No necesitamos buscar la aceptación y aplausos del mundo, porque ya hemos sido aceptados por Dios. Sabemos que no tiene caso ponernos la máscara de hipócritas porque nuestro Dios que todo lo ve nos conoce mejor de lo que nos conocemos nosotros mismos. Así que cuando menos somos libres para ser reales – en toda nuestra hermoseada fealdad.


En un mundo que hipócrita-mente condena la hipocresía en la iglesia, la única respuesta a esa acusación es que los verdaderos cristianos vivan vidas de servicio a nuestro Verdadero Señor. Antes de que me convirtiera en cristiano yo tenía muchas preguntas burlonas, respuestas y acusaciones para los cristianos. La respuesta que me dejo asombrado fue el ver y experimentar el verdadero cristianismo entre los cristianos verdaderos. Sus vidas me hacían preguntas que yo no podía contestar y finalmente me llevaron a su fuente – Jesucristo. Algunos cristianos piden poder para hacer grandes milagros, o dar grandes platicas, o donar grandes cantidades de dinero. Yo solo quiero poder para vivir una vida cristiana real. Señor, concédeme Santidad y no hipocresía. 

lunes, 11 de enero de 2016

Oremos Por La Iglesia

Por Carlos Alvarado

Todos los que por fe hemos recibido a Cristo en nuestros corazones y por ello hemos nacido de nuevo, tenemos un deseo en nuestro corazón de servir a Dios y a Su pueblo en algún ministerio dentro de la iglesia.

Uno de los ministerios en el que todos podemos servir todo el tiempo es en el ministerio de oración. Y una de las cosas por la que todos debemos orar continuamente es por nuestra iglesia. Y debemos recordar que al orar por la iglesia estamos orando por nosotros mismos por que la Iglesia somos nosotros.

Debemos entonces seguir el ejemplo del Apóstol Pablo y como él debemos de siempre dar gracias a Dios por nuestra iglesia y tenerla presente en nuestras oraciones para que nuestra iglesia sea todo lo que Dios quiere que sea.

Tomemos esta oración que Pablo hace delante de Dios como ejemplo y oremos por nuestra Iglesia, por nuestro grupo de conexión, por aquellos que sirven con nosotros en los diferentes ministerios en los que servimos y, por los líderes y pastores esta semana.

Porque todos necesitamos como miembros del cuerpo de Cristo conocer más de Su amor y ser llenos de toda la plenitud de Dios.

Efesios 3:14-19

14 Por eso yo me arrodillo delante del Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien recibe su nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para que por su Espíritu, y conforme a las riquezas de su gloria, los fortalezca interiormente con poder; 17 para que por la fe Cristo habite en sus corazones, y para que, arraigados y cimentados en amor, 18 sean ustedes plenamente capaces de comprender, con todos los santos, cuál es la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo; 19 en fin, que conozcan ese amor, que excede a todo conocimiento, para que sean llenos de toda la plenitud de Dios.

¡Bendiciones!

jueves, 7 de enero de 2016

Oremos Pidiendo Valor

Por Carlos Alvarado

Compartir el evangelio con gente que no conocemos o inclusive con nuestros compañeros de trabajo, nuestros compañeros de escuela y hasta con nuestros familiares y amigos inconversos puede ser intimidante.

Nos sentimos inseguros. Sentimos que no sabremos cómo hablarles o que palabras usar. Peor aún, qué tal si nos hacen alguna pregunta teológica profunda para la cual no tengamos la respuesta, o simplemente no creemos que podamos soportar su rechazo. Si esto es lo que te pasa a ti cuando se trata de predicar el Evangelio o compartir al Señor, no estás solo. Nos pasa a todos inclusive al Apóstol Pablo. Lee las palabras de Pablo en:

1 Corintios 2:1-5 (RVC)
1 Así que, hermanos, cuando fui a ustedes para anunciarles el testimonio de Dios, no lo hice con palabras elocuentes ni sabias. 2 Más bien, al estar entre ustedes me propuse no saber de ninguna otra cosa, sino de Jesucristo, y de éste crucificado. 3 Estuve entre ustedes con tanta debilidad, que temblaba yo de miedo. 4 Ni mi palabra ni mi predicación se basaron en palabras persuasivas de sabiduría humana, sino en la demostración del Espíritu y del poder, 5 para que la fe de ustedes no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Entonces estamos en buena compañía cuando sentimos temor, inseguridad etc. Pero eso no es una excusa para no hacer lo que El Señor Jesucristo nos ha enviado a hacer como sus discípulos que es ser sus testigos en este mundo que necesita escuchar las buenas nuevas del Evangelio. Pablo con todo y su debilidad, con todo y su temblor lo hizo y nosotros debemos hacerlo también.

Lo que debemos hacer es seguir el ejemplo de la Iglesia cuando aún estaba en su infancia y tuvo que enfrentar el temor y temblor de la persecución, aflicción y tribulación por causa de la predicación del Evangelio; Debemos Orar. Y nuestra oración debe ser la misma que ellos hicieron:

Hechos 4:29-30
29 Ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a estos siervos tuyos proclamar tu palabra sin ningún temor. 30 Extiende también tu mano, y permite que se hagan sanidades y señales y prodigios en el nombre de tu santo Hijo Jesús.»

Y todo el pueblo de Dios dice ¡AMEN!