miércoles, 6 de diciembre de 2017

La Paciencia en la Oración

Por Carlos Alvarado

Existe un aspecto muy importante de la oración que muchos cristianos tienen problemas para aceptar y/o practicar y esto es esperar en Dios o la paciencia.

Esperar en Dios significa que estamos preparados para pacientemente anticipar que recibiremos contestación y dirección de Dios en el tiempo que Él determine. El esperar en Dios puede llevarnos a un estado en el que tenemos la expectativa y confianza en Dios y en el cual llegamos a la realización de la falta de fiabilidad en nuestro propio juicio.

El esperar en Dios es algo que claramente es enseñado y mandado al pueblo de Dios a través de las escrituras.

Salmos 27:14 (RVC)
14 ¡Espera en el Señor! ¡Infunde a tu corazón ánimo y aliento! ¡Sí, espera en el Señor!

Salmos 37:7; 34 (RVC)
7 Guarda silencio ante el Señor, y espera en él; no te alteres por los que prosperan en su camino, ni por los que practican la maldad. 34 Tú espera en el Señor, y sigue su camino, y él te exaltará, y heredarás la tierra; y cuando los pecadores sean destruidos, tú estarás allí para verlo.

Salmos 123:2 (RVC)
2 Nuestros ojos están puestos en ti, Señor y Dios nuestro, como los ojos de los siervos y las siervas que miran atentos a sus amos y sus amas; ¡esperamos que nos muestres tu bondad!

Entonces el esperar en Dios tiene sus beneficios. Cuando ponemos nuestra esperanza en Dios podemos estar seguros que algo bueno va pasar. ¿Y a propósito se han dado cuenta de que la palabra espera se encuentra en las primeras tres sílabas de la palabra esperanza?

Esperar en Dios no es esperar en el sentido en el que los incrédulos esperan algo, o sea, vamos a ver si esto pasa; esperar en Dios nos da la certeza de que lo que estamos pidiendo va a pasar, solo tenemos que esperar que Él (Dios) determine cuando sea el tiempo apropiado, correcto, exacto para que pase. Pero es seguro que va a pasar.

Esta espera en Dios que a menudo resulta difícil de practicar es algo muy provechoso para nosotros como cristianos porque es durante esta espera en Dios, que Él desarrolla en nosotros uno de los atributos que más necesitamos en esta tierra que es la paciencia.

También en el Nuevo Testamento somos llamados a desarrollar la paciencia que necesitaremos para esperar confiadamente que Dios cumpla Su promesa de vida eterna a quienes han creído en Su Hijo Jesucristo.

Hebreos 10:35-36 (RVC)
35 Por lo tanto, no pierdan la confianza, que lleva consigo una gran recompensa. 36 Lo que ustedes necesitan es tener paciencia; para que, una vez que hayan hecho la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido darnos.

Santiago 5:7-8 (RVC)
7 Pero ustedes, hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor. Fíjense en el labrador, cómo espera el preciado fruto de la tierra, y cómo aguarda con paciencia a que lleguen las lluvias tempranas y tardías. 8 También ustedes, tengan paciencia y manténganse firmes, que ya está cerca la venida del Señor.

Aquí Santiago nos exhorta a que, así como el labrador siembra la semilla en la tierra y luego espera pacientemente que surja el fruto producido por esa semilla así debemos mantenernos firmes en esperar el cumplimiento de la promesa de Dios.

2 Pedro 1:5-7 (RVC)
5 Por eso, ustedes deben esforzarse por añadir virtud a su fe, conocimiento a la virtud, 6 dominio propio al conocimiento; paciencia al dominio propio, piedad a la paciencia, 7 afecto fraternal a la piedad, y amor al afecto fraternal.

Pedro nos exhorta a que agreguemos el elemento de la paciencia a nuestra fe porque la fe consiste precisamente en esperar a, y en Dios para todo; viendo Su respuesta como algo seguro aun cuando todavía no la vemos…

Hebreos 11:1 (RVC)
1 Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve.

Por Último, Pablo nos recuerda a través de su carta a los Romanos que cuando nuestra paciencia y esperanza están puestas en Dios, no seremos defraudados, o avergonzados dice la Versión Reina Valera 1960.

Romanos 5:3-5 (RVC)
3 Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en los sufrimientos, porque sabemos que los sufrimientos producen resistencia (La palabra griega usada aquí también puede ser traducida paciencia), 4 la resistencia (Paciencia) produce un carácter aprobado, y el carácter aprobado produce esperanza. 5 Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.

Por lo tanto, nunca debemos dudar o desesperarnos mientras esperamos en Dios. Debemos esperar creyendo que lo que Él nos ha prometido se llevará a cabo y que lo que le hemos pedido en oración según Su voluntad nos será dado porque Él así lo ha prometido.

Salmo 42:5 y 11 (RVC)
5 ¿Por qué te desanimas, alma mía? ¿Por qué te inquietas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún debo alabarlo. ¡Él es mi Dios! ¡Él es mi salvador!

Que Dios les bendiga y hasta la próxima.

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2 comentarios:

  1. Hubo palabra para mí en esto!!

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    1. Gracias a Dios que tuvo algo que decirte a través de nuestra publicación.

      Bendiciones.

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