lunes, 24 de enero de 2011

La Vida Cristiana Victoriosa Capitulo Seis

por Alan Redpath

Preparándose Para la Batalla


Josué 5:10
 Cuando todos los reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán al occidente, y todos los reyes de los cananeos que estaban cerca del mar, oyeron cómo Jehová había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que hubieron pasado, desfalleció su corazón, y no hubo más aliento en ellos delante de los hijos de Israel.
 En aquel tiempo Jehová dijo a Josué: Hazte cuchillos afilados, y vuelve a circuncidar la segunda vez a los hijos de Israel.
 Y Josué se hizo cuchillos afilados, y circuncidó a los hijos de Israel en el collado de Aralot.
 Esta es la causa por la cual Josué los circuncidó: Todo el pueblo que había salido de Egipto, los varones, todos los hombres de guerra, habían muerto en el desierto, por el camino, después que salieron de Egipto.
 Pues todos los del pueblo que habían salido, estaban circuncidados; mas todo el pueblo que había nacido en el desierto, por el camino, después que hubieron salido de Egipto, no estaba circuncidado.
 Porque los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que todos los hombres de guerra que habían salido de Egipto fueron consumidos, por cuanto no obedecieron a la voz de Jehová; por lo cual Jehová les juró que no les dejaría ver la tierra de la cual Jehová había jurado a sus padres que nos la daría, tierra que fluye leche y miel.
 A los hijos de ellos, que él había hecho suceder en su lugar, Josué los circuncidó; pues eran incircuncisos, porque no habían sido circuncidados por el camino.
 Y cuando acabaron de circuncidar a toda la gente, se quedaron en el mismo lugar en el campamento, hasta que sanaron.
 Y Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy.
 Y los hijos de Israel acamparon en Gilgal, y celebraron la pascua a los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó.
—Joshua 5:1–10

Si usted ojeara los primeros versículos del capitulo 5 de Josué, usted vería que la situación mas interesante se ha desarrollado en la carrera de los hijos de Israel. Han pasado del desierto a la tierra prometida, y ahora el terror se ha apoderado del corazón del enemigo. Evidencias del poder sobrenatural que le esta disponible al pueblo de Dios ha causado pánico en el campamento del  enemigo.

No debo desviarme, pero debo señalar que la verdadera evidencia de lo sobrenatural es sobre todas las cosas lo que esta faltando en el testimonio de la Iglesia de Cristo el día de hoy. El pueblo de Dios (en este tiempo en el que estamos pensando) tenía pruebas indudables de que Dios estaba con ellos, y que los había milagrosamente sacado del desierto y llevado a la tierra de bendición, y por eso sus enemigos estaban llenos de pánico.

Este fue un momento estratégico. Con seguridad era el momento correcto para lanzar una ofensiva total. Pero no, Dios nunca se encuentra apurado. Los retrasos de Dios siempre son infinitamente más provechosos que nuestras prisas. Andamos siempre apurados por hacer algo para Dios y se nos ha olvidado que lo primero que Dios quiere es que seamos algo para El. En este tiempo de retraso Dios tenía algunas lecciones para su pueblo que servirían para decidir el curso futuro de todas las guerras en la tierra.

En el capitulo anterior lidie con dos de las seis lecciones, y vimos que Gilgal era un lugar de remembranza y de resurrección. No será posible lidiar con cuatro aquí, así que veremos dos mas y dejaremos dos para el próximo capitulo. No sea impaciente. No este muy ansioso de apresurarse a atacar a Jericó hasta que hayamos aprendido las lecciones de Gilgal que Dios quiere que aprendamos.

Yo creo que todo el curso futuro, el carácter, y testimonio de la Iglesia de Cristo depende, no en parte sino completamente, de que el Espíritu de Dios grave en lo profundo de nuestro corazón las lecciones de Su Palabra. Yo solo puedo proclamarla; yo dependo completamente del Espíritu de Dios para convencer a su corazón y consciencia y para hacer que esta verdad sea algo real y dinámico en su experiencia.

Hemos visto entonces que Gilgal era un lugar de remembranza y de resurrección, un lugar en el cual el pueblo bajó al Jordan y subió al territorio de la resurrección, a un lugar en donde todo el ejército de Dios pasó del desierto a la tierra de Canaán, entre los cuales pasaba el río Jordan. Ahora se encontraban todos en la tierra prometida. También vimos que, en el sentido neo-testamentario de la palabra, Gilgal habla del hecho de que toda la Iglesia de Cristo ha tenido que pasar por el Calvario, por la muerte, al territorio de la resurrección, y que todo hijo de Dios, no importa cuan débil sea, se encuentra en una posición, potencialmente, de obtener una completa y absoluta Victoria en el Señor Jesús. Entre el cristiano y el mundo se encuentra la cruz. Entre el cristiano y el pecado se encuentra el Calvario, y cualquier hijo de Dios redimido por la sangre y traído a la tierra de bendición que buscará volver al desierto (y de hecho lo puede hacer) tiene que pisotear la Cruz y tener la sangre del Pacto por cosa indigna.

Ahora, yo quiero que usted entienda dos cosas mas que son muy maravillosas acerca de Gilgal, preciosas y escudriñantes verdades. En primer lugar, está esto: Gilgal era un lugar de renunciación. Usted descubrirá que al principio de Josué, capitulo 5, que el rito de la circuncisión que había sido suspendido por los cuarenta años de la peregrinación en el desierto una vez mas fue puesto en operación, y Dios mandó a Josué que el pueblo fuera circuncidado. Para entender lo que eso significa, vea lo que dice Génesis 17:10–14, y usted descubrirá que la circuncisión era el sello del pacto de Dios con Abraham. Era la marca de la promesa de que Abraham y su simiente poseerían la tierra de Canaán.

El rito de la circuncisión era el testimonio externo a la verdad de que la tierra debía ser poseída en la debilidad de la carne, por medio del sufrimiento, a menudo, del cuerpo. Simbolizaba la debilidad y casi muerte, por así decirlo, de todo lo que el hombre puede ser, para que la posesión de la tierra les fuera dada incuestionablemente en la gracia soberana de Dios. Esto había sido suspendido por casi cuarenta años en el desierto por que el pueblo había sido incrédulo y desobediente, pero ahora han sido traídos a la tierra, y lo primero que les pasó cuando obtuvieron el terreno de la redención era que debían someterse a este doloroso y humillante rito de la circuncisión. Claro que, puede resultar extraño que teniendo al pueblo ya en el territorio de la redención, pareciera ser que los estamos llevando de nuevo hacia abajo y de regreso a la cruz, a la muerte y la humillación. Pero esto es exactamente la experiencia cristiana. El Nuevo Testamento habla de “la circuncisión no hecha a mano.” vea el lenguaje de Pablo al escribir a los  Colosenses (2:10–11): “…y vosotros,” dice Pablo, “estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo.”

Necesitamos entender que estamos completos en El; todos estamos en el terreno de la redención. Todo lo que necesitamos esta “en Jesús.” El nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales, y toda la iglesia de Cristo, desde el más débil hasta el más fuerte, esta del lado de la Victoria de la cruz. Eso es lo positivo, pero por cada cosa positiva hay una negativa. Mientras que cada uno de nosotros hemos sido colectivamente puestos en la tierra de bendiciones y en le lugar de la victoria, uno por uno cada uno de nosotros debe entrar en la sala de audiencia del Rey de reyes y allí, con absoluta honestidad y completa transparencia, someterse al bisturí del gran medico de las almas. Es algo que no podemos hacer colectivamente; cada uno de nosotros tenemos que hacerlo solos, por si mismos: entrar en la presencia del medico y rendir corazón y voluntad a El, ver hacia el calvario, y permitir que la cruz de Cristo sea impresa en toda parte de su personalidad.

Ahora, claro que quizás usted no vea la razón para eso. Bueno, la razón es esta, en las palabras de Pablo (y ¿de quien podría pedir prestadas palabras que tengan mas efecto?): “Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios.” (Gálatas 2:19). ¿Que quiere decir Pablo con esto? Solo lo siguiente: por el perfecto cumplimiento de la ley por mi substituto, Jesucristo, por Su absoluta obediencia a la voluntad de Dios, por Su completa satisfacción de todo requerimiento de Dios, yo estoy muerto para la ley. En otras palabras, la ley, con su condenación, ya no me tiene atrapado.

Yo me convertí en una pequeña casa en Inglaterra llamada “The Grey Bull” cuando alguien me mostró un Biblia (Antes de esto yo no había leído mucho) y la abrió a Romanos 8:1 “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.” Que versículo tan precioso fue este para mi entonces. No dice que si trato de ser un buen hombre y asisto a la iglesia cada domingo y digo mis oraciones y leo mi Biblia, quizás un día pueda ser salvo. Dice, “Ahora, pues, ninguna condenación hay.” Yo subrayé tanto es palabra, ahora que atravesé la pagina con mi pluma hasta que esta llegó a la mitad del libro de Filipenses y arruiné mi Biblia el primer día que la recibí. Pero valió la pena pagar el costo. “Porque yo por la ley soy muerto para la ley.” Esta no tiene ningún derecho sobre mí. Todas sus demandas han sido solucionadas y toda su condenación fue llevada acabo en la persona de Jesucristo

Ahora, esto es verdad en posición, pero también tiene que hacerse verdad en experiencia personal, y esto es algo entre Dios y yo. Cada hijo de Dios llega al punto en su vida cuando el Señor prueba la realidad de su aceptación de la posición que Dios le ha ofrecido a el en cristo. Eso no quiere decir, claro, que yo tengo que tomar todo pecado del cual yo sea culpable y crucificarlo uno por uno. Yo nunca podría hacer eso; yo estaría lidiando con este asunto todo el día y todos los años hasta mi muerte y aun así no terminaría. No quiere decir que yo tengo que tomar esta carne pecaminosa y clavarla a la cruz. Pero si quiere decir esto: que yo debo creer que Jesús ya lo ha hecho todo por mí. Yo debo creer que El no ha dejado ni un solo pecado ni un solo habito o ni un solo fracaso sin haber lidiado con ellos.  Debo creer que en Jesucristo todos mis pecados y todos mis fracasos han sido quitados de una vez por todas. Debo creer eso, y luego debo dar consentimiento de mi voluntad y de mi corazón al Espíritu del Dios viviente para que more en mi personalidad para que esta transacción sea real.

Amigo cristiano, esto es de hecho, la cosa más vital en tu caminar cristiano y en tu carácter cristiano. Es solo el Espíritu de Cristo quien sabe lo suficiente acerca de ti y acerca del poder satánico y quien por lo tanto es lo suficientemente fuerte para lidiar con esta situación en tu corazón. Es solo Jesús, quien puede atar el sacrificio de tu vida al altar del Calvario. Solo El en ti puede mantener a la carne el lugar de muerte. Solo El puede ver lo suficiente, solo el sabe lo suficiente, solo El es lo suficientemente fuerte, para enfrentarlo todo. Solo el Espíritu de Dios puede aplicar el fulminante fuego de la Cruz para mantener muerta a la carne, con sus pasiones, sus ambiciones, y sus deseos.

Si alguien dice que el cristiano es una persona de la vida del cual la posibilidad del pecado ha sido erradicada, yo no puedo estar de acuerdo con el, ni tampoco creo que tal doctrina se encuentre en ningún lugar en la Palabra de Dios. No, la posibilidad del pecado esta con nosotros; vivimos en el cuerpo de pecado, y estaremos con el hasta nuestra muerte. Pero de la misma forma, en nosotros habita un poder aun mayor: el Espíritu de Cristo mismo, venciendo al poder de la carne. Por lo tanto Dios me pide a mi Su hijo, y a cada uno de nosotros, que entremos en la sala de audiencias del Rey de reyes y nos sometamos a su bisturí para ser podados. “Todo pámpano que lleva fruto, lo limpiará,” dice el Señor Jesús, “para que lleve más fruto.” (Juan 15:2). ¿Estará Dios reteniendo bendiciones en su obra Cristiana? ¿Dios no le está dando conversiones? ¡Esta dando una clase de escuela dominical a niños o adultos, una clase Bíblica, o esta testificando, o intentando, día con día, pero nunca ve que nada ocurra! ¿Cuál es su reacción a esto? ¿Se dice a si mismo, “Bueno, claro que Dios es Soberano, y debo dejarle los resultados a El”? ¿Hace a la soberanía de Dios la excusa para tu propia vida pecaminosa?

¿Ha sido llevado a suponer que el compañerismo de la Iglesia Cristiana consiste del ministro y algunos colegas y un pequeño grupo de personas en el “circulo interior” que hacen el trabajo, y que todos los demás son algún tipo de observador? ¿Ha llegado a suponer que la responsabilidad Cristiana es meramente eso? ¿Ha entendido que Dios le ha redimido con la sangre de Jesucristo para poder através de usted, El, alcanzar a alguien mas?

Dios no tiene manos sino las tuyas
Para llevar acabo Su obra hoy;
El no tiene pies sino tus pies
Para guiar a los hombres en Su camino.

Quizás alguien que este leyendo esto ha sido cristiano durante muchos años y aun así nunca se ha sentado al lado de otro individuo y lo guiado a Cristo. Si eso es verdad, hay algo que no esta bien en algún lugar, y pudiera ser que se ha rehusado a aceptar la aplicación de la Cruz de Cristo a todas las partes de su vida. En posición se encuentra en el terreno de la redención con todos sus co-creyentes. Ya esta en la tierra, pero en su experiencia esta en el desierto. Yo le invitaría a que se quede en Gilgal por un tiempo y acampe allí, arráiguese bien allí, y consienta a todos los propósitos de Dios para su vida en Jesucristo.

¿Ha rehusado someterse a la corrección del Señor? Quizás su cuerpo este siendo atormentado por el dolor y usted ha estado luchando contra el trato de Dios para con usted. Pudiera ser que usted se ha rebelado contra Su voluntad, y usted tiene en lo más profundo de su alma un problema personal acerca del cual nadie mas sabe nada. ¿Será quizás que en lo más recóndito de su corazón existen cosas que su mejor y más íntimo amigo no puede saber, pero que Dios ve como señales de rebelión?

¿Es quizás, que Dios le ha hablado a usted acerca de Su servicio en alguna otra tierra  y le ha llamado a alguna empresa misionera, pero usted sabe perfectamente bien que hacer esto implica que tiene que dejar atrás a algún ser muy querido y amado? Ha estado usted en la presencia del Señor semana tras semana, y se a reunido con Su pueblo, y Dios le ha hablado y le ha revelado a usted Su propósito. El ha estado listo para tomar el bisturí y cortar hasta lo profundo de su corazón, pero usted ha dicho, “¡No!” ¿Es este el caso?

Amigo Cristiano, no le tenga miedo al bisturí. Es la mano del que ama su alma, Jesús su Salvador. Cualquiera que sea el costo, permita que Gilgal sea para usted hoy el lugar de completa renunciación de todo lo que el Espíritu de Dios le revele como contrario a Su voluntad. Esa es la experiencia cristiana que no es meramente la enseñanza de una doctrina, sino la razón por la cual se vive una vida. No es meramente el entender la verdad, es ver de frente el rostro de Jesús y pedirle a El que haga al Calvario algo real para su alma, sin importar lo que le pudiera costar a usted. ¿Se atreve usted a enfrentar esa clase de renunciación?

Pero me da tanto gusto poder presentarle el otro lado de esta imagen en este capitulo, un lado positive que es tan maravilloso que llena mi alma de emoción el solo pensar en el. Por que el pueblo de Dios no solo acampó en Gilgal, dice Josué 5:10, que ellos “celebraron la Pascua a los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó.Gilgal fue también el lugar de restauración.

La Pascua había sido celebrada dos veces antes: una cuando los israelitas salieron de Egipto y la otra en el Monte Sinaí. Desde entonces no había habido Pascua. Esta fiesta de adoración, remembranza, y comunión había sido abandonada del todo. No habían escogido abandonarla sino por mandamiento de Dios. El les había mandado que ninguna persona incircuncisa participara jamás de la Pascua (Ex. 12:48). No se les permitió disfrutar de sus fiestas y de la remembranza de la victoria de Dios en aquella noche de la Pascua. Ellos habían cedido su derecho a ello y habían rendido sus privilegios por vivir en desobediencia e incredulidad. Por esa razón no había pascua.

Déjeme decirle con todo el fervor de mi corazón que nunca puede haber fiesta del Señor en su corazón, ni ninguna adoración verdadera de corazón a Dios, si hay desobediencia a Dios en su vida.  Si hay veces en las que la adoración dominical no significa nada para usted, y hay veces en las que usted no recibe nada de su Biblia, pregúntese si quizás esto es por que usted ha cedido su derecho a recibir la bendición. Dios no le permitirá el gozo de Su compañerismo y su bendición a gente que este contenta con vivir en desobediencia. Cuan a menudo escucho que se dice de una iglesia, “¡El lugar está absolutamente muerto!” Me pregunto si es por que la gente es absolutamente desobediente a la Palabra de Dios.

Pero inmediatamente al renovar el rito de la circuncisión celebraron la Pascua. En el momento en que obedecieron, el cielo se abrió y festejaron en comunión con Dios. En el omento en que estuvieron dispuestos y sometidos al principio de la muerte, en ese mismo momento Dios fue lago real.

Mi corazón se siente mal por cualquiera que haya estado en alguna controversia con el Señor semana tras semana, que no se ha rendido absolutamente a Dios. Amados, El Señor esta cerca de ustedes, esperando para bendecirlos. El Señor esta a su lado, esperando para convertirse en algo real para usted si usted esta tan solo dispuesto a entregarse. Inmediatamente el rito de la circuncisión—al momento, La Pascua.

Claro que el derramamiento de la sangre del Cordero se llevó acabo solamente una vez y el pueblo salió de Egipto solamente una vez, pero la fiesta debía ser perpetuada como remembranza de ese día. Siglos mas tarde esto produjo algo aun mas maravilloso cuando el Señor Jesucristo reunido con unos cuantos de Sus discípulos a su alrededor partió el pan en el aposento alto durante una ceremonia que debía ser el recordatorio perpetuo de Su muerte.

En los años que vienen hasta esto pasará, cuando la fe se vuelva en algo visto y el pueblo de Dios se reúna alrededor de Su mesa en la cena de las bodas del Cordero de Dios. Cinco minutos en el cielo será recompensa suficiente por toda una vida de agonía y sufrimiento, de conflictos y guerras para llevar acabo la voluntad de Dios. Pero hasta que es día llegue este es el propósito de Dios: que celebramos la fiesta en nuestro Señor.

Usted no podrá llevar acabo el trabajo del cielo al menos que diariamente coma el pan del cielo. Usted no podrá hablar por Jesús con sus labios al menos que este disfrutando de El en su corazón. El gozo de estar lleno del Señor es absolutamente esencial para poder proclamar a un Cristo vivo con su boca. ¿Como podrá usted traer a otra alma a la vida cuando usted mismo esta nueve décimas muerto espiritualmente? Es total y completamente imposible. Yo se que usted puede usar sus labios e impartir un estudio Bíblico; puede platicar con un amigo y citar textos; puede usar sonido y lenguaje evangélico, pero al pasar los años, literalmente no tiene ningún efecto.
Sabe por que es—usted vive a tal velocidad que nunca se detiene a disfrutar a Cristo en su corazón. Si lo sumara todo, no lo que le gustaría decirle a la gente, sino lo que sabe que es verdad, ¿cuanto tiempo se ha pasado en su cuarto con Dios durante la semana pasada? ¿Cuanto tiempo se ha pasado con Dios en su santuario personal con Biblia abierta esperando en El? Allí su debilidad hubiera podido absorber la fortaleza de El, y su inquietud y febrilidad hubieran sido calmadas por Su poder y paz, y su impaciencia hubiera recibido la gracia y la paciencia del Señor Jesucristo. ¿Le ha sucedido eso? Escuche el lenguaje de este himno:

Danos los serenos de Tu quietud
Has nuestras luchas cesar;
Quita de nuestras almas la tensión y el estrés,
Y permite que nuestras vidas ordenadas confiesen
La belleza de Tu paz.

Sopla através del calor de nuestros deseos
Con la frescura de Tu unción;
Que los sentidos se duerman y la carne repose;
Habla através del viento, el terremoto, y el fuego,
Con Tu suave y delicada voz.

¡Y no le hemos dado ni cinco minutos para hacerlo! Gilgal era un lugar de renunciación, y puede ser esto para usted ahora mismo. Ellos acamparon en Gilgal el día catorce del primer mes— ¿Que tan inmediata fue la celebración de la Pascua? ¡Cuatro días después de que cruzaron el río! ¡Y la celebraron en la llanura de Jericó! Eso me emociona— ¡bajo la nariz del diablo! Ese es el lugar en el que nos podemos meter y tomar la bendición de Dios. Ese es el lugar en donde podemos vencer a satanás; entre los mismos dientes del mas sutil de los ataques podremos tener la victoria de parte de nuestro ¡Padre celestial!

No hay tal cosa como la vida Cristiana en un monasterio o convento y allí esperar que Dios sea con usted y le bendiga. Es verdad, hay momentos, como ya lo he dicho, cunado necesitamos estar a solas con Dios. Pero yo siempre he encontrado la bendición de la verdad de que “adereza mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores.” Deléitese en cristo en lo mas espeso de la batalla, bajo la misma nariz del diablo, y pruébele que Jesús es vencedor. Eso es Gilgal.

Existe un lugar de restauración para usted cuando ha habido renunciación. Jesús espera para acercarse a su corazón ahora mismo. Sin embargo, por acusa de un ridículo, estúpido y pequeño ídolo que usted mantiene en el trono de su corazón, usted puede estar cediendo su derecho a Su presencia y Su poder. ¿Estaría usted dispuesto en este momento a una renuncia absoluta, para que el bisturí en la mano del  médico corte todo vestigio de decadencia?

Si somos honestos y hablamos en serio acerca de esto—inmediatamente, la Pascua. “Y al tiempo que comenzó el holocausto, comenzó también el cántico de Jehová” (II Crónicas 29:27). Cuando el hijo de Dios viene al Maestro y es absolutamente real en la presencia del Señor y conciente a todo lo que la cruz implica, sin importar el costo, en ese momento el cielo se abre, el gozo del Señor inunda su alma, y la paz que sobrepasa todo entendimiento llena su corazón—y esto se lleva acabo en la misma presencia de sus enemigos. 


Vida  Cristiana Victoriosa: Estudios en el Libro de Josué 
Copyright © 2007 by the Redpath Family


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