Por Carlos Alvarado
La oración es una de las cosas
más importantes en la vida del cristiano. Esta es la forma en la que Dios ha
determinado que podemos comunicarnos con Él para pedirle dirección, protección,
presentarle nuestras necesidades e interceder los unos por los otros.
Además de ser llamados a velar
y orar, los cristianos somos llamados a orar con insistencia. Yo creo que para
que nuestra vida de oración pueda ser eficaz debe ser una vida de oración
insistente.
Insistencia quiere decir mantener
una firme y obstinada continuación de una acción a pesar de las dificultades y
la oposición.
Obstinado quiere decir
tercamente seguir un propósito, o acción a pesar de la razón, argumentos o
persuasión.
Siempre va a ver oposición a
que nos entreguemos por completo a la oración. Oposición de nuestra carne,
satanás, y el pecado. La oración es una de las disciplinas espirituales más
difíciles a las que tenemos que someter a nuestra carne. A la carne no le gusta
estar quieta en la presencia de Dios. Tenemos que morir a nosotros mismos y
pedir a Dios el poder del Espíritu Santo para poder lograrlo.
Una de las cosas que
descubrimos cuando comenzamos a buscar a Dios en oración es que a menudo las
respuestas a nuestras oraciones no vienen inmediatamente.
Por eso se nos tiene que
recordar que debemos orar con celo, pasión e intención al Señor hasta que Él
nos revele Su voluntad y decida darnos lo que pedimos; y esto a menudo requiere
de paciencia, determinación y la voluntad de luchar con Dios para poder obtener
el fin que deseamos.
Los principios de la Insistencia en la Oración
La
oración debe ser presentada con paciencia y perseverancia. Debemos estar
dispuestos a esperar en Dios para que Él nos conceda lo que pedimos cuando Él
determine que es el tiempo correcto y mientras Él no nos responda con un no
determinante debemos perseverar en ella.
En
el Salmo 40:1-3
1 Yo puse mi
esperanza en el Señor, y él inclinó su oído y escuchó mi clamor; 2
me sacó del hoyo de la desesperación, me rescató del cieno pantanoso, y plantó
mis pies sobre una roca; ¡me hizo caminar con paso firme! 3 Puso en
mis labios un nuevo canto, un canto de alabanza a nuestro Dios. Muchos vieron
esto y temieron, y pusieron su esperanza en el Señor.
Salmo
88:1-2
1 Señor, Dios de mi salvación, delante de ti clamo noche y día. 2 Permite que mi oración
llegue a tu presencia; ¡inclina tu oído a mi clamor!
1 Crónicas
16:11
11 ¡Busquen el poder del
Señor! ¡Busquen siempre a Dios!
En
estos tres pasajes somos exhortados a clamar a Dios de día y noche; a buscar Su
poder siempre y a poner toda nuestra esperanza en Dios sabiendo que a Su tiempo
Él nos responderá y tendremos un testimonio más de Su fidelidad que compartir
con los demás que los llevará a poner su confianza en Él también.
Jesucristo enseñó a Sus discípulos a orar con insistencia
En Lucas 18:1-8 se no dice:
1 Además, Jesús les contó una
parábola en cuanto a la necesidad de orar
siempre y de no desanimarse. 2 Les dijo: «En cierta ciudad había un juez
que no temía a Dios ni respetaba a nadie. 3 En esa misma ciudad había también
una viuda, la cual acudía a ese juez y le pedía: “Hazme justicia contra mi
adversario.” 4 Pasó algún tiempo, y el juez no quiso atenderla, pero después se
puso a pensar: “Aunque no temo a Dios ni respeto a nadie, 5 esta viuda me
molesta tanto que voy a hacerle justicia, no sea que siga viniendo y me agote
la paciencia.”» 6 Dijo entonces el Señor: «Presten
atención a lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Acaso Dios no les hará justicia
a sus elegidos, que día y noche claman a
él? ¿Se tardará en responderles? 8 Yo les digo que sin tardanza les hará
justicia. Pero cuando venga el Hijo del
Hombre, ¿hallará fe en la tierra?»
Noten por favor que en este
pasaje El Señor nos dice que Él mide la fe por nuestra determinación de
mantenernos en oración clamando a él. Cuando Él vuelva a la tierra, desea
encontrar a Su pueblo en una actitud de oración.
En Lucas
11:5-10 El Señor nos recuerda una vez mas acerca de la importancia de mantenernos
en oración y no desmallar o desanimarnos.
5También les dijo: «¿Quién de ustedes, que tenga un
amigo, va a verlo a medianoche y le dice: “Amigo, préstame tres panes, 6
porque un amigo mío ha venido a visitarme, y no tengo nada que ofrecerle”? 7
Aquél responderá desde adentro y le dirá: “No me molestes. La puerta ya está
cerrada, y mis niños están en la cama conmigo. No puedo levantarme para
dártelos.” 8 Yo les digo que, aunque no se levante a dárselos por
ser su amigo, sí se levantará por su insistencia,
y le dará todo lo que necesite. (Noten las siguientes palabras del Señor a
ello y a nosotros también.) 9 Así que pidan, y se les dará. Busquen,
y encontrarán. Llamen, y se les
abrirá. 10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca,
encuentra; y al que llama, se le abre.
La insistencia en
la oración fue algo que fue ejemplificado por la Iglesia primitiva.
En Hechos 1:12-14 leemos:
12 Entonces los apóstoles volvieron a Jerusalén desde el
monte del Olivar, que dista de Jerusalén poco más de un kilómetro. 13
Cuando llegaron a Jerusalén, subieron al aposento alto, donde se hallaban
Pedro, Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de
Alfeo, Simón el Zelote y Judas, el hermano de Jacobo. 14 Todos ellos oraban y rogaban a Dios continuamente,
en unión de las mujeres, de María la madre de Jesús, y de sus hermanos.
Es necesario señalar que todos
los nombres mencionados aquí son los de los que eran considerados lideres entre
los discípulos de Jesús; lo que nos dice que como lideres en la iglesia si es
que los somos, y en nuestro hogar en donde todos y todas lo somos, debemos modelar
y no descuidar nuestra vida de oración.
En Hechos 2:42 Se nos vuelve a decir que:
41 Fue así como los que recibieron su palabra fueron
bautizados, y ese día se añadieron como tres mil personas, 42 las
cuales se mantenían fieles a las
enseñanzas de los apóstoles y en el mutuo compañerismo, en el partimiento del
pan y en las oraciones.
Por último, Pablo
exhorta a la Iglesia a que practiquen la insistencia en la oración.
A los efesios les escribe en Efesios 6:14-19
14 Por tanto, manténganse
firmes y fajados con el cinturón de la verdad, revestidos con la coraza de
justicia, 15 y con los pies calzados con la disposición de predicar el evangelio
de la paz.16 Además de todo esto, protéjanse con el escudo de la fe, para que
puedan apagar todas las flechas incendiarias del maligno. 17 Cúbranse con el
casco de la salvación, y esgriman la espada del Espíritu, que es la palabra de
Dios. (Sin duda todas estas cosas mencionadas son de suma importancia para el
cristiano, pero sigamos leyendo...) 18 Oren en todo tiempo con toda oración y súplica en el
Espíritu, y manténganse atentos, siempre orando por todos los santos. 19
Oren también por mí, para que
cuando hable me sea dado el don de la palabra y dé a conocer sin temor el
misterio del evangelio,
¿Queremos Iglesias en donde los
pastores prediquen fielmente La Palabra de Dios de tal manera que pueda tener un
impacto sobre nuestras vidas, las vidas de nuestras familias, sobre nuestras ciudades,
estados y país? Debemos perseverar con insistencia
en la oración.
En Romanos
12:12 Pablo nos exhorta
con estas palabras:
12 Gocémonos en la esperanza, soportemos el sufrimiento,
seamos constantes en la oración.
En 1 Tesalonicenses 5:17 Pablo lo dice de esta manera:
17 Oren sin cesar.
Es mi oración que esta meditación
nos lleve a querer pasar mas tiempo a solas y como iglesia con Nuestro Padre celestial
orando a Él.
Mateo
7:7-11
7 »Pidan, y se les dará,
busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá. 8 Porque todo aquel que pide,
recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre. 9 ¿Quién de
ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado,
le da una serpiente? 11 Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas
a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en los cielos
dará buenas cosas a los que le pidan!
Que Dios les bendiga y hasta la próxima.