sábado, 5 de septiembre de 2009

Paz Con Dios

Por Carlos Alvarado

En el último post escribí acerca de la dulce paz que Dios da a los que mantienen su pensamiento en El.

Hoy quiero hablar acerca del tratado de paz más importante que se haya llevado acabo en toda la historia de la humanidad. El tratado de paz mas importante y, cabe decir el mas rechazado de toda la historia.

El tratado de paz del que estoy hablando hoy, es el que Dios unilateralmente decidió hacer con el hombre o la humanidad. Por que la humanidad desde el momento en que el primer hombre pecó se constituyo a si misma enemiga de Dios. Pero Dios que practica lo que predica, pues en Su Palabra nos manda que amemos a nuestros enemigos, ofreció a Su Hijo Jesús como sacrificio sobre la cruz para ofrecer a través de El, Paz a la humanidad. Y ¿que motivó a Dios a dar su hijo unigénito? El amor, Por que de tal amera amó dios ¿a quien? a Sus enemigos. A usted y a mí. Por eso cuando nació Jesús los ángeles proclamaron desde los cielos:

Lucas 2:14

14 ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

Esta Paz, que Jesús vino a traer no es solo la paz que todos deseamos, de tener una vida tranquila, ésta es la clase de paz que se hace entre dos enemigos. Pero quizás usted pregunte, ¿Dios tiene enemigos? ¿Pero que esto no es contrario a lo que la Biblia dice de Dios? Por que la Biblia dice que dios es amor ¿que no?

Pablo nos dice en Romanos 5 que cuando estábamos en nuestros pecados éramos enemigos de Dios, y en Colosenses 1:21 nos dice que en otro tiempo, cuando andábamos en el mundo éramos extraños y enemigos (De Dios) en nuestra mente, haciendo malas obras. Y en

Romanos 8:7 dice

7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;

¿Que quiere decir esto? Que cuando el hombre se encuentra en su estado natural siguiendo los designios de la carne esta en enemistad contra Dios. Y ¿Que son los designios de la carne?

Gálatas 5:19-21 los enumera muy claramente;

19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

De tal manera que todo aquel que se encuentra en esa misma situación y que todavía no haya aceptado ese tratado de paz que Dios hizo y ratificó por medio de Su hijo Jesucristo y está aun en sus pecados y en los designios de la carne sigue hasta este momento siendo un enemigo de Dios.

PERO DIOS, mire lo que nos dice Pablo en Efesios 2:4-5; 8-9

4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo, 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.

Vemos entonces como Dios por el gran amor con que nos amó nos mostró su gracia su favor inmerecido y nos llama a poner nuestra fe en Su Hijo y por medio de esa fe ser salvos. Note que no es por obras, no hay nada que nosotros podamos hacer para recibir esta salvación, por que si hubiera algo que nosotros pudiéramos hacer entonces la salvación deja de ser por fe, y de acuerdo con lo que Pablo les escribe a los romanos la fe en cristo, es lo único que nos puede justificar delante de Dios. En otras palabras por la gracia de Dios, nuestra fe en Jesús es suficiente para ser declarados justos delante de Dios.

Y el glorioso resultado de esto es que dejamos de ser enemigos de Dios y somos reconciliados con El.

En Romanos 5:1; 10-11 leemos

1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.

En Colosenses 1:19-23 Pablo escribe,

19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. 21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; 23 si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza el evangelio que habéis oído,

Este es el mensaje del evangelio (las buenas nuevas) de Cristo. Que nosotros éramos enemigos de Dios y El envió a Su Hijo Jesús al mundo para reconciliar al mundo consigo mismo. Y ahora todo aquel que por fe acepte el tratado de Paz que Dios ofrece a través de Su Hijo Jesús, será salvo, será justificado delante de Dios y dejará de ser enemigo de Dios.

Y usted ¿Cómo ha respondido a este tratado de Paz que Dios le ha ofrecido? Si ya ha puesto su fe en el Hijos de Dios, Nuestro Señor Jesucristo, ¡gloria a Dios!, usted ha dejado de ser Su enemigo y se ha convertido en Amigo de Dios.

Si todavía no ha invocado el nombre de Cristo ¿Por qué no hacerlo ahora mismo? La Palabra de Dios nos dice en

Romanos 10:8-13

Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

Allí en donde usted se encuentra ahora mismo, hable con Dios y dígale, “Señor, yo se que soy pecador. Yo se que todavía estoy siguiendo los designios de la carne los cuales ahora comprendo son enemistad contra Ti. Hoy quiero arrepentirme de mis pecados, confesar con mi boca que Jesús es el Señor, Que el murió sobre la cruz para pagar por mis pecados y que Tu le levantaste de entre los muertos. Recíbeme Señor, en el nombre de tu Hijo amado Jesucristo, Amen.”

Si usted ha confesado hoy a Jesús como su Señor, le invitamos a que nos llame al teléfono 619-421-1100, nos encantaría platicar y orar con y por usted.

O escríbame un correo electrónico a calvarado@calvarysd.com .

Le invitamos a que visiten nuestra página de Internet en http://www.calvarysandiego.com/ y www.calvarysandiego.com/CCSDSP/index.htm en donde encontrara grabaciones de los estudios Bíblicos presentados por el Pastor Bryan Newberry además de otros pastores de Calvary Chapel.
Que Dios les bendiga y hasta la próxima.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario