Por Carlos Alvarado
Otra vez
llegamos a la temporada del año en el que el mundo entero de una manera u otra
se ve movido, aunque por diferentes razones y de diferentes modos a recordar el
nacimiento de Jesucristo.
Es asombroso
ver como gente en todo el mundo, de diferentes pueblos, diferentes trasfondos
religiosos, sociales, políticos, económicos y hasta filosóficos, que han tenido
diferencias irreconciliables de repente encuentran la manera de hacer las
paces, aunque sea durante un par de días mientras el mundo entero recuerda el
nacimiento del Hijo de Dios.
Y no es para
menos. Su nacimiento fue el evento a través del cual El Dios del Universo, El
Dios creador de cielos y tierra, El Dios de Abrahán, Isaac y Jacob estaba
extendiendo Su gracia y buena voluntad hacia la humanidad.
El nacimiento de Cristo fue el
cumplimiento de una serie de profecías y promesas de parte de Dios, acerca de
Su Primera Venida. Profecías y promesas que Dios el Padre había dado desde que
el hombre lo desobedeció y cayó en el pecado.
Las profecías que dadas por Dios en el
Antiguo Testamento eran una demostración de la fidelidad de Dios a Su promesa
de salvación, y una confirmación de la Autoridad Divina de Jesucristo.
Todo comienza en el huerto del Edén
después de que la serpiente que es el diablo (Apocalipsis
20:2) es maldecida por Dios y pronuncia la primera profecía acerca de la
venida de aquel que podría herirla de muerte y acabar con sus obras de maldad.
Génesis 3:14-15 (RVC)
14
Dios el Señor dijo entonces a la serpiente: «Por esto que has hecho, ¡maldita
seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo! ¡Te
arrastrarás sobre tu vientre, y polvo comerás todos los días de tu vida! 15
Yo pondré enemistad entre la mujer y tú, y entre su descendencia y tu
descendencia; ella te herirá en la
cabeza, y tú la herirás en el talón.»
El Nuevo Testamento nos da el recuento del
cumplimiento de esta y otras profecías que prueban la fidelidad de Dios a Su
pueblo y el amor de Dios hacia la humanidad al enviar a Su Hijo Unigénito para
que todo aquel que en Él crea no muera más tenga vida eterna. (Juan
3:16)
Profecías Acerca del Nacimiento de Cristo
En el
Evangelio Según Mateo se nos habla acerca del cumplimiento de algunas de las
profecías que hablan acerca del nacimiento de Cristo.
Mateo 1:23 (RVC)
23 «Una
virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Emanuel, que significa: “Dios está con nosotros.”»
Unos 750 años antes Dios había profetizado
por medio de Isaías...
Isaías 7:14 (RVC)
14 Pues
ahora el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá, y dará a luz un
hijo, y le pondrá por nombre Emanuel.
El nombre Emanuel quiere decir Dios con
nosotros, Dios está diciendo a través de Isaías que él Bebe que nacería de una
virgen sería Dios mismo. Y esto no solamente se demuestra en este nombre que se
le da a Jesús sino en el nombre Jesús
también.
Mateo
1:21 (RVC)
21 María
tendrá un hijo, a quien pondrás por nombre JESÚS, (Ya-Shua) porque él
salvará a su pueblo de sus pecados.»
El nombre de Jesús en el hebreo es
Ya-Shua. Ya, es el nombre de Dios y Shua quiere decir salva o es salvación. La
Biblia claramente nos dice que Dios, Ya, o Yahveh, es el único que puede
perdonar pecados y salvar...
6
Luego el Señor pasó delante de Moisés, y proclamó: «¡EL SEÑOR! ¡EL SEÑOR! ¡Dios
misericordioso y clemente! ¡Lento para la ira, y grande en misericordia y
verdad!
Isaías 43:11(RVC)
11
»Sólo yo soy el Señor, y fuera de mí no hay quien salve.
Isaías 43:25 (RVC)
25
»Yo, y nadie más, soy el que borra tus rebeliones, porque así soy yo,
y no volveré a acordarme de tus pecados.
Podemos concluir entonces basados en estas
profecías, y en el hecho de que Jesús salvaría a su pueblo y la humanidad de
sus pecados, que Jesús es Dios.
De igual manera Jesús vendría a cumplir
una promesa que Dios había hecho a su pueblo Israel cuando les dijo que alguien
del linaje de David estaría sobre el trono de Israel para siempre.
El evangelista Lucas nos habla acerca del
cumplimiento de esta promesa a Israel en:
Lucas 1:31-32 (RVC)
31 Vas
a quedar encinta, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre JESÚS. 32 Éste
será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios, el Señor, le
dará el trono de David, su padre,
6 Porque un niño nos ha nacido, ¡un hijo nos ha sido
concedido! Sobre sus hombros llevará el principado, y su nombre será «Consejero
admirable», «Dios fuerte», «Padre Eterno» y «Príncipe de paz». 7 La
extensión de su imperio y la paz en él no tendrán límite. Reinará sobre el trono de David
y sobre su reino, y lo afirmará y confirmará en la justicia y el derecho, desde
ahora y para siempre. Esto lo hará el celo del Señor de los ejércitos.
Y además de todo lo que ya hemos visto, Dios
profetizó hasta el lugar en donde El Cristo habría de nacer…
Mateo 2:6-7 (RVC)
6 »“Y
tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de
Judá; porque de ti saldrá un guía que apacentará a mi pueblo Israel.”»
Esto lo encontramos en las profecías de
Miqueas que profetizó entre los años de 752 y 701 A. de C.
Miqueas
5:2 (RVC)
2 Tú,
Belén Efrata, eres pequeña para estar entre las familias de Judá; pero de ti me
saldrá el que será Señor en Israel. Sus orígenes se remontan al principio
mismo, a los días de la eternidad.
Además de
las profecías acerca de su nacimiento, tenemos profecías acerca de Su
ministerio.
Profecías Acerca del Ministerio de Jesucristo
El mismo Señor Jesús nos dice que una de las cosas
que había venido a hacer fue el traer buenas nuevas.
Lucas
4:17-19 (RVC)
17 Se le dio el libro del
profeta Isaías, (A Jesús) y al abrirlo encontró el texto que dice: 18
«El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para proclamar buenas noticias a los pobres; me ha
enviado a proclamar libertad a los
cautivos, a dar vista a los ciegos,
a poner en libertad a los oprimidos 19
y a proclamar el año de la buena
voluntad del Señor.»
Isaías 61:1-2 (RVC)
1
El espíritu de Dios el Señor está sobre mí. Sí, el Señor me ha ungido; me ha
enviado a proclamar buenas noticias a los afligidos, a vendar a los
quebrantados de corazón, a anunciar libertad a los cautivos, y liberación a los
prisioneros; 2 a proclamar el año de la buena
voluntad del Señor, y el día de la venganza de nuestro Dios; a consolar a
todos los que están tristes;
Otro de Sus ministerios fue el traer luz a
un mundo que estaba perdido en las tinieblas. Él mismo dijo «Yo soy la luz
del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de
la vida.» (Juan 8:12)
Mateo 4:13-16 (RVC)
13 …pero
se retiró de Nazaret y se estableció en Cafarnaún, ciudad marítima en la
región de Zabulón y de Neftalí, 14 para que se
cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: 15 «Tierra de
Zabulón y tierra de Neftalí, Camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea
de los gentiles; 16 El pueblo asentado en tinieblas vio
gran luz; a los que vivían en región de sombra de muerte, les resplandeció la
luz.»
Isaías 9:1-2 (RVC)
1
Pero no siempre habrá oscuridad para la que ahora está angustiada. En los
primeros tiempos las regiones de Zabulón y Neftalí fueron afligidas, pero en
los últimos tiempos se llenará de gloria el camino del mar, al otro lado del
Jordán, en Galilea de los gentiles. 2 El pueblo que
andaba en tinieblas vio una gran luz; sí, la luz resplandeció para los que
vivían en un país de sombras de muerte.
A la luz de todo esto podemos ver claramente,
la razón por la que gente en todo el mundo, de diferentes pueblos, diferentes
trasfondos religiosos, sociales, políticos, económicos y hasta filosóficos, que
han tenido diferencias irreconciliables de repente encuentran la manera de
hacer las paces, aunque sea durante un par de días mientras el mundo entero
recuerda el nacimiento del Hijo de Dios.
Es mi oración que al celebrar una vez más
que hace aproximadamente 2017 años nació el Salvador del mundo, Su nacimiento
ya se haya llevado a cabo en los corazones de todas las personas que lean esta
pequeña meditación acerca de La Navidad.
Y si este no fuera el caso contigo, que la estás
leyendo ahora, detente, arrepiéntete de tus pecados y cree en las buenas nuevas
del Evangelio. Jesucristo
vino para salvarte a ti, de tus pecados.
Lucas 2:1-14
Nacimiento de Jesús
1
Por
esos días, Augusto César promulgó un edicto en el que ordenaba levantar un
censo de todo el mundo. 2 Este
primer censo se llevó a cabo cuando Quirino era gobernador de Siria, 3
por
lo que todos debían ir a su propio pueblo para inscribirse. 4
Como
José era descendiente de David y vivía en Nazaret, que era una ciudad de
Galilea, tuvo que ir a Belén, la ciudad de David, que estaba en Judea, 5
para
inscribirse junto con María, que estaba desposada con él y se hallaba encinta. 6
Y
mientras ellos se encontraban allí, se cumplió el tiempo de que ella diera a
luz, 7
y
allí tuvo a su hijo primogénito; y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un
pesebre, porque no había lugar para ellos en ese albergue.
Los ángeles y los
pastores
8
En
esa misma región había pastores que pasaban la noche en el campo cuidando a sus
rebaños. 9
Allí
un ángel del Señor se les apareció, y el resplandor de la gloria del Señor los
envolvió. Ellos se llenaron de temor, 10
pero
el ángel les dijo: «No teman, que les traigo una buena noticia, que será para
todo el pueblo motivo de mucha alegría. 11
Hoy,
en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor. 12
Esto
les servirá de señal: Hallarán al niño envuelto en pañales y acostado en un
pesebre.» 13 En ese momento
apareció, junto con el ángel, una multitud de las huestes celestiales, que
alababan a Dios y decían:
14
«¡Gloria a Dios en las
alturas! ¡Paz en la tierra
a todos los que gozan de su favor!»
Bendiciones y hasta la próxima.