martes, 18 de junio de 2013

¡Piensa en Esto!

Por Carlos Alvarado

Jesús les pregunto a Sus discípulos ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 

En Mateo 16:17 dice que: Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

¿Alguna vez te has puesto a pensar en lo que Pedro debió haber sentido o pensado cuando el Señor le dijo estas palabras? Digo, solo piensa en esto por un momento…OK es suficiente. ¿Que hubieras pensado tu? En esencia lo que el Señor estaba diciendo fue “Pedro, no hay manera que esta información te hubiera podido ser dada por ningún hombre, de hecho, no hay manera que esta hubiera podido llegar a ti por tu propio intelecto y/o entendimiento; la única explicación de que tu hubieras podido ver esto es que Mi Padre que está en los cielos te lo hubiera revelado.” Creo que esto debió haber dejado asombrado a Pedro; el hecho de que el, un pescador de Galilea endurecido y falto de educación, hubiera recibido tal revelación directamente de Dios.

Es algo maravilloso cuando nos damos cuenta de que, esa nueva revelación que acabamos de recibir al estar leyendo La Palabra de Dios, o esa nueva verdad espiritual que ha quedado clara en nuestra mente y corazón al estar escuchando La Palabra de Dios siendo predicada, solo pudo haber sido revelada a nosotros por Dios El Padre, por el poder de Su Espíritu.

Esta es una gran experiencia y una que como hijos de Dios debemos buscar constantemente y por la cual debemos estar agradecidos. Por que El nos ha dado la habilidad para entender las cosas profundas de Dios que no vienen al hombre de una forma natural sino sobrenatural; Tiene que ser Dios El que las revele. 

1 Corintios 2:9-12 dice:

9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. 10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,...

¡Piensa en esto! El Dios Todo Poderoso, Creador de cielos y tierra quiere revelar cosas profundas acerca de Si mismo a Sus hijos por el poder de Su Espíritu. Siendo que somos Sus hijos e hijas ¿no debería esto causar en nosotros un mayor deseo por escudriñar Su Palabra y pasar mas tiempo buscando Su rostro en oración, individualmente y como congregación, esperando que El nos revele esas cosas profundas? ¡Piensa en esto!

Dios nos ama y quiere que le conozcamos de una manera mas intima y profunda. El siempre esta listo para acercarse a nosotros; lo único que tenemos que hacer es acercarnos a El.

Hasta la próxima. 
Pastor Carlos Alvarado

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