Por Mike Livingstone
(Traducido al Español por Carlos Alvarado)
La gran herejía de la
iglesia de estos días es que creemos que somos parte de la industria de
entretenimiento. A.W. Tozer creía que esto era verdad en los años 1950s y los 60s. Los miembros de la iglesia “quieren ser entretenidos
mientras son edificados.” Él dijo esto en 1962. Tozer se sentía afligido, desde entonces,
de ver que era imposible en muchos lugares hacer que alguien fuera a las
reuniones en donde la única atracción era Dios.
Más recientemente, David Platt ha preguntado: “¿que si nos deshiciéramos de la música moderna y de los
asientos acojinados? ¿Qué tal si las pantallas desaparecieran y las plataformas
ya no fueran decoradas? ¿Qué tal si el aire acondicionado se apagara y las
comodidades desaparecieran?
¿Sería suficiente Su Palabra para que Su Pueblo se
reuniera?” (Radical)
¿Sería suficiente?
Tozer estaba en lo correcto: “La
herejía de método es tan mortífera como la herejía de mensaje.”
SANTIDAD, NO
SUPERFICIALIDAD
Como Tozer, nosotros
debemos estar preocupados de que tanta gente en nuestras iglesias quiera ser entretenida
mientras adora. Deberíamos estar preocupados cuando no podemos reconocer la
diferencia entre las dos cosas. Y debemos de preocuparnos por la creciente
creencia de que agregar más entretenimiento a la adoración es algo necesario para
que la iglesia pueda llevar a cabo su misión.
Quizás sea el único,
pero me entristece ver servicios de adoración que son caracterizados más por
los artefactos que se usan, por las presentaciones, y por el ambiente de espectáculo que por el sentido de sagrada divinidad; la
santidad abriéndole camino a la superficialidad.
Esto no se trata de estilos
de adoración. El asunto no se trata de lo tradicional contra lo contemporáneo
contra una adoración mezclada. No se trata del órgano contra el grupo de
alabanza. Esa discusión se pierde del punto importante completamente. Esto
tiene que ver con el corazón y el enfoque y la intención de la adoración. Los
verdaderos problemas para mí son estos:
1. ¿Sobre quién o sobre que se está poniendo la atención central?
Si la atención
principal en nuestro servicio en la iglesia esta puesta en cualquier otra cosa
o persona que Dios, no es adoración. Si se pone más atención sobre la
presentación humana que sobre el evangelio de Jesucristo no es adoración. Si
cualquier otro que no sea Jesús está recibiendo nuestra adulación y nuestro
aplauso, no es a Dios a quien adoramos.
2. ¿Qué mensaje es el que estamos comunicando?
El mensaje de la
iglesia—el mensaje que el mundo necesita oír de nosotros—no es, “Vengan a
divertirse,” “Vengan a ser entretenidos,” o “Vengan a encontrar su mejor vida
ahora.”
Tozer dijo: “Cristo
llama a los hombres a cargar una cruz; nosotros los llamamos a divertirse en Su
nombre.”
El mensaje de la
iglesia es el mensaje de la cruz. No sea que se nos vaya a olvidar, la cruz de
Jesús solo sirvió de entretenimiento para aquellos que se burlaron de Él
mientras estaba colgado sobre ella.
3. ¿Cómo son
transformadas las vidas?
“¡Pero si nuestros
métodos están atrayendo y ganando gente!” dirán algunos.
Tozer se dirigió a
este sentimiento: “¿Ganándolos a qué? ¿Al verdadero discipulado? ¿A cargar la
cruz? ¿A negarse a sí mismos? ¿A separarse del mundo? ¿A la crucifixión de la
carne? ¿A vivir en santidad? ¿A un carácter noble? ¿A despreciar los tesoros
del mundo? ¿A auto disciplinarse? ¿A amar a Dios? ¿A un compromiso total con
Cristo?”
LA PALABRA HACE LA
OBRA
David Platt y la
iglesia que él pastoreaba, La Iglesia en Brook Hills, decidió intentar contestar
esta pregunta, “¿Es Su Palabra suficiente para para que Su pueblo
se reúna?” Se deshicieron de todo lo que fuera entretenimiento e invitaron a la
gente a que viniera simplemente a estudiar la Palabra de Dios. La llamaron La
Iglesia Secreta. Fijaron la fecha—viernes por la tarde—cuando se reunirían de
las 6:00 de la tarde hasta la media noche, y durante seis horas no harían nada
sino estudiar la Palabra de Dios y orar. La gente vino. Mil personas estuvieron
presentes la primera vez y creció de allí. En poco tiempo, tuvieron que
comenzar a tomar reservaciones por que la iglesia estaba tan llena. La iglesia
secreta ahora atrae a decenas de millares de persona vía su transmisión simultánea
en más de 50 países alrededor del mundo—sin nada de entretenimiento, sin la
música y las luces o máquinas de echar humo.
¿Cuál es la razón
por la que vienen? Platt lo explicó en una entrevista: “La gente tiene hambre
de la Palabra. En realidad no tiene nada de especial o creativo. Es solo el
estudio de la Palabra…. ¡La Palabra misma hace la obra!”
La gente tiene
hambre. Tienen hambre de una dieta sustanciosa, no golosinas. Mas de la
Palabra. Profundizarse más en la Palabra. Menos de lo que Tozer llamó “juguetes
y baratijas religiosas.”
*Las citas de Tozer
están tomadas del libro “Tozer on Worship and Entertainment” por James L.
Synder.
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